Para terminar la semana un plato de pollo con una riquísima salsa para no parar de mojar pan, un privilegio que tendremos que ir dejando las próximas semanas ya que se acerca peligrosamente el buen tiempo y es hora de empezar a tomar comidas más ligeras. Pero antes nos vamos a dar un homenaje con esta salsita. De nuevo el pollo en una receta, y es que es con diferencia la carne que más comemos en casa, y, como siempre he usado la parte de la pechuga, que, aunque algo más seca, es la que más nos gusta en casa. La salsa tiene un sabor intenso a vino blanco, un Chardonnay, concretamente. Champiñones y bacon también forman parte del plato, otros dos clásicos de mi cocina. La receta original la vi en el blog Vikalinka.
- La pechuga entera de un pollo, con hueso y sin piel
- 250 gr. de champiñones
- 5 lonchas de bacon
- 1 cebolla
- 4 dientes de ajo
- 400 ml. de vino blanco Chardonnay
- 200 ml. de nata para cocinar
- Sal
- Pimienta
- Aceite de oliva virgen extra
- Perejil picado
PREPARACIÓN:
En una sartén ponemos una cucharada de aceite de oliva virgen y salteamos el bacon troceado, sacamos y dejamos sobre papel absorbente para que suelte el exceso de grasa. En ese mismo aceite añadimos la pechuga de pollo troceada y salpimentada, a fuego fuerte, hasta que se dore por todos los lados. Sacamos y también dejamos sobre papel absorbente. Añadimos un poco más de aceite a la sartén y rehogamos durante unos cuatro o cinco minutos la cebolla picada. Añadimos entonces los ajos fileteados y rehogamos un par de minutos más. Sacamos también y reservamos. Por último salteamos en esa misma sartén los champiñones (los míos laminados, pero lo aconsejable es que sean enteros y cortar en cuartos).
Una vez salteados los champiñones añadimos de nuevo a la sartén el resto de los ingredientes reservados. Añadimos el vino blanco y bajamos el fuego. Tapamos y dejamos unos 30 minutos, removiendo de vez en cuando. Entonces añadimos la nata, removemos y dejamos unos minutos más hasta que espese la salsa. Rectificamos de sal y servimos acompañada de abundante perejil picado.
Acompañamos de un buen vino y pan, y a disfrutar del plato, así como del fin de semana.
Lidia.