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UN AÑO DE VINO EN ATRAPADA EN MI COCINA

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 A pocos días de que acabe un nuevo año llega al blog un recopilatorio de lo que ha sido una novedad este año en el blog. Los vinos han tomado protagonismo y hemos aprendido a maridarlos con las diferentes recetas aparecidas en el blog. La gran parte de ellos son vinos granadinos, porque la tierra tira, y mucho, porque la cantera de vinos que tenemos en Granada es infinita, grandes vinos que empiezan a hacerse un hueco en el panorama vinícola español y que vienen pisando fuerte.
 Empezamos por uno de mis favoritos, de mucho es sabido que ya hace más un año caí rendida ante este vino blanco granadino, de la bodega Pago del Almaraes, de Benalúa de Guadix. Un vino que ha aparecido en más de una ocasión por el blog, en ésta acompañaba a un risotto a la marinera"En nariz se muestra como un vino muy aromático con flores y frutas blancas. En boca es muy agradable y completo resultando glicerico y frutal con un prolongado retro gusto de citricos". Es un vino que marida muy bien con pescados, mariscos, arroces, carnes blancas y quesos. La temperatura adecuada de servicio es de 8º. El precio de mercado ronda los 9 euros la botella.
 Nos salimos de España y nos vamos a visitar Alemania, y quizás la variedad de vino más conocida alemana es la de Riesling. Es el Weller´s Weinhausel, procedente de la región alemana de Renania, de la ciudad de Einselthum. Se trata de una pequeña bodega familiar de más de 100 años. Y disponen de 17 variedades distintas, entre ellas la de Riesling. En su página web podemos comprar este vino. Y también disponen en su instalaciones de museo, restaurante y hotel. Como muchos sabéis a mi me lo traen directamente de Alemania, a través de nuestra familia alemana, y ha sido un gran descubrimiento. En el blog acompañaba a un estofado de sepia con tomate.
 Otro vino de una gran calidad que ha llegado a sorprenderme y que puede estar al nivel de otros como Calvente y Mencal. Es el Romance y pertenece a las Bodegas Aranzada, de Alhama de Granada. Es un vino elaborado con Chardonnay y uvas autóctonas, cuya nota de cata es la siguiente: Fase visual: vino de color amarillo pajizo, con reflejos verdosos, de aspecto limpio, brillante y cristalino. Al agitar la copa se observa una buena lágrima. Fase olfativa: en nariz tiene buena intensidad aromática, aromas afrutados, muy limpios, sin ningún defecto. Se aprecian aromas de mango, plátano, pera y fruta de la pasión. Notas aromáticas de flores blancas, como puede ser la magnolia y con un toque de cítrico. Fase gustativa: en boca se muestra muy fresco, debido a su buena acidez. Es untuoso y muy suave, impregnando notablemente la boca de aromas. Su persistencia es alta. Por vía retro nasal se aprecian sus aromas afrutados y elegantes notas florales. Se muestra equilibrado y fácil de beber.  Sin duda otro vino blanco para recomendar, en la página oficial aparece a un precio de 5 euros, aunque en tiendas especializadas y on line es algo más caro, llegando a alcanzar los 9 euros. En esta ocasión acompañaba en el blog a un marmitako de atún.
De nuevo salimos de la provincia de Granada, pero no fuera de España, sino a Valladolid, para conocer un vino  blanco D.O. Rueda, de las Bodegas Naia. Un vino cuya nota de cata es la siguiente: color amarillo verdoso, en nariz muy aromático con hojas a tomate seco, aromas florales y recuerdos a frutas tropicales. En boca refrescante y de gran persistencia. Es una nariz muy fresca que muestra la variedad Sauvignon dentro de un perfil elegante. Un vino que podemos encontrar a un precio de alrededor 7 euros y que os dejará muy bien si lo servís acompañando  de aperitivos fresquitos, como el que lo acompañaba en el blog, un tartar de pepino, salmón ahumado y surimi.
 De Valladolid a Málaga donde fue todo un descubrimiento el Botani, de las Bodegas Jorge Ordoñez, que vino acompañado de una visita a Almáchar donde vimos, en plena vendimia, como se recogía su uva moscatel a mano. El método de recolección tradicional, sin máquinas, da lugar a un vino excepcional, como este Botani.  La bodega Jorge Ordoñez forma parte de la D.O. Sierras de Málaga, la variedad de este vino es 100% uva Moscatel de Alejandría, pero según los expertos hace dudar, recordando a otros tipos de uvas como la Riesling Alsaciana o la gewurztramine. Sin duda la razón fundamental de esta característica es que uno de los creadores de este vino fue el austríaco Alois Kracher, considerado uno de los principales maestros en la elaboración de vinos dulces. Se trata de un vino pajizo pálido. Fresco, fragante y maduro, donde la variedad se muestra característica y fina manzana, mandarina y una pizca de flores marchitas. En la boca es un vino frutoso, seco, con notas cítricas y de final amable. Es un vino que podréis encontrar a un precio aproximado de unos 14 euros en el mercado. Como homenaje a la provincia malagueña este vino lo acompañé de unos deliciosos boquerones al limón.

 Volvemos a Granada, y, de nuevo a la bodega Pago de Almaraes, para hablaros de eMil Años Un reino blanco frizzante se trata de un vino blanco semidulce de aguja de anhídrido carbónico añadido. Elaborado con las variedades Moscatel de grano grueso y Sauvignon Blanc. En fase visual: encontramos un vino limpio y brillante de cuerpo amarillo pálido y destellos verdosos hacia los verdes, que hacen de él un vino muy elegante y atractivo en aspecto. En nariz: es un vino muy expresivo, de aromaticidad alta. Presenta unas marcadas notas de pera de agua, piña dulce, con un fondo de plátano sobremaduro muy goloso; que hacen de él un vino muy goloso y apetecible para la boca. En boca: produce una entrada ligera y sencilla, contrastando posteriormente con el volumen y la densidad producida por el azúcar. La aguja aporta al vino alegría y viveza, perfectamente integrado con el post gusto largo y agradable a frutas dulces sobre maduras; que hacen de él, un vino muy sencillo y fácil para cualquier tipo de consumidor. Es un vino versátil y que se puede utilizar tanto para un aperitivo, como de acompañante para un pescado blanco a la plancha o con una salsa ligera, también para mariscos al vapor y por supuesto como vino de postre. Lo podemos encontrar en el mercado a un precio de unos 8 euros. En el blog lo acompañábamos de un rape en salsa de pimiento rojo.
 Y salimos de Andalucía para viajar hasta Valencia, se trata de un vino espumoso diferente a todo lo que conocemos, de una graduación muy baja, sólo 5,5%, y con un efecto que se produce al moverlo consistente en crear una sensación parecida a una llama viva de fuego que crece y se mueve en su interior. El Pink Gold de Aviva, cuya variedad de uva es una mezcla de moscatel y airén, se puede tomar tanto acompañando las comidas como en los postres. De aromas recuerda a flores blancas, cítricos y en es especial a pomelo y corteza de naranja. En boca es dulce, de paso agradable y ligeramente persistente, con acidez equilibrada e integrada. Este vino valenciano, de Vintes, Torre Oría, tiene dos hermanos más, el Aviva Platinum y el Aviva Gold, vinos que también compré y que no he tenido tiempo ni de fotografiarlos para el blog. Lo recomiendo de cara a las fiestas navideñas, seguro que sorprenderá a vuestros comensales, además, al tener tan baja graduación alcohólica, es ideal para beber más de una copa. Lo he visto en tiendas on line sobre los ocho euros la botella. Acompañaba el blog a un ceviche de dorada y gambas con mandarina.
 Viajamos hasta Navarra para encontrarnos con este rosado de Señorío de Sarriáun vino preparado con el 100% de uva garnacha, de color rojo frambuesa. Aroma intenso y afrutado, con notas de fresa, frambuesa e hinojo. Entrada fresca y amable en boca, con persistencia frutal. Un vino muy refrescante para este tipo de platos y para esta época, y lo mejor, el precio, ya que cuesta alrededor de 4 euros la botella. Este vino acompañaba en el blog a un tartar de atún y aguacate.
 Volvemos a Granada, para adentrarnos en los tintos. Comenzamos con el Nestares Rincón IN 1.0, un vino cuya bodega tuve el placer de visitar en  Torvizcón, en pleno corazón de la Sierra de la Contraviesa. La botella es un homenaje a la familia Nestares Rincón, propietaria de la bodega, una familia de farmacéuticos amantes del vino y de todo su cultura. Es un vino crianza de 6 meses en barrica de acero inoxidable, de la variedad syrah y tempranillo, de color rojo rubí con borde violáceo. Aroma intenso, bastante fresco, frutos rojos, más bien dulzones. En boca sabroso, ligero, refrescante y fácil de beber. El precio de mercado ronda los 8 euros. En el blog acompañaba a unas costillas de ternera con glaseado aromático.
 Seguimos en otra bodega granadina, la de MuñanaDe las Bodegas Señorío Nazarí, el Muñana 3 cepas del 2007 (aunque ya tenemos a la venta el de 2008, a un precio aproximado de 15 euros la botella). Un vino cuya nota de cata es la siguiente: "Color cereza con brillos granates vivos. En nariz, aromas a fruta madura, confitura de frutos negros, cacao amargo y toques balsámicos. Marcada acidez, buen ensamble de fruta y roble mineral. Crianza 12 meses en barricas de Roble Francés, y 12 meses en botella en cuevas naturales". Según la bodega se trataba de conseguir un vino potente y complejo pero a la vez amable al paladar, que nos muestra la suavidad, color, aromas y fuerza agradable de la variedad Syrah junto con la estructura y poder de ensamblaje de la Cabernet Sauvignon, añadiéndole la suavidad de la Merlot. Acompañaba en el blog a un solomillo relleno de queso de cabra y tomates secos.
 Viajamos hasta Soria para probar este vino Viridiana, un vino tinto Ribera del Duero,el Viridiana, roble 2012, de bodegas Atalayas de Golbán, de los mismos dueños de la bodega Dominio de Atauta. "Se trata de un vino que tiene 3 meses de barrica de roble francés. Elaborado con las más aristocráticas uvas de origen soriano de la variedad Tinto Fino. Viridiana se muestra joven y seductor, desplegando su encanto y frescura para agradar a todos. Un vino único y cosmopolita, cuya nota de cata es la siguiente: "color cereza intenso con brillos violáceos. Intensidad aromática, frutos del bosque negros maduros con notas de hierbas silvestres. Es un vino joven, vivo, libre y sin ataduras. En boca intensidad frutal y recuerdo de las hierbas silvestres. Fresco y largo". Podemos comprarlo a un precio de unos 8,50. En el blog venía acompañando a un risotto de berenjenas y calabacín.
 De nuevo nos venimos hasta Granada, y otra vez a las bodegas Pago de Almaraes. Con el Almaraes, un vino cuya variedad de uva es Merlot, Tempranillo, Cabernet Sauvignon y Syrah. Almaraes presenta una capa pronunciada de bonito color granate con ribetes violáceos. Limpio y brillante que aporta viveza en aspecto y elegancia en el reflejo. En nariz muestra una intensidad media, si bien es rico en matices con un cuerpo de frutas negras como la grosella o arándanos completando con notas torrefactas de pan tostado y tofe típicas del quemado de la madera. Con un fondo de especias dulces de vainilla y canela junto con balsámicos de hinojo, todo ello perfectamente ensamblado y en armonía. En boca encontramos una entrada suave desde el primer sorbo. Con un tanino carnoso y maduro que se redondea a la perfección y una acidez viva y fresca, produciendo un vino redondo, de postgusto largo y agradable, que recuerda a esos frutos negros algo compotados con un final a especias. La crianza se hace durante seis meses en barrica de roble francés, americano y húngaro. Podéis comprarlo on line alrededor de 9 euros la botella. Aunque aquí es fácil encontrarlo en tiendas especializadas o tiendas de productos autóctonos. En el blog venía acompañando a unos canelones de pollo con manzana.
 Seguimos en Granada con otro vino tinto, el Spira, concretamente de la Bodega Marquéz de Casa Pardiñas, de la comarca de Guadix. Un tinto que es la estrella de su bodega y que acapara muchísimos premios, y cuya nota de cata es la siguiente: color rojo con reflejos rubí. Aromas infinitos, mineral potente a fruta fresca. En boca es persistente, largo, complejo y con expresión frutal. Tiene una fermentación entre 26-28º, 8 días. Su fermentación malo/láctica se hace en roble francés. Y su crianza en roble francés de grano y tostado medio, 5 meses. Un vino que podemos adquirir a un precio de 10 euros aproximadamente. Venía acompañando en el blog un solomillo de pavo relleno en salsa en salsa de mostaza.
 Y de Granada a Madrid, con el vino el Regajal, reserva especial de 2012, un vino envejecido 12 meses en barrica de roble francés, cuyas variedades de uva son las siguientes: Tempranillo, Cabernet Sauvignon, Merlot y Syrah. Y cuya nota de cata es la siguiente: Color rojo cereza brillante. En nariz el aroma tradicional de El Regajal, mezcla de frutas rojas y negras. En boca es equilibrado y largo, predomina una intensa carga frutal, los taninos finos, maduros y de gran elegancia. La botella la podéis adquirir a unos 15 euros aproximadamente. Acompañaba en el blog una de las últimas recetas publicadas, ternera rellena de paté y pistachos.  
 No podía faltar un Rioja en esta selección, y el Marqués de Riscal es uno de los vinos comerciales más conocido, Marqués de Riscal, Crianza del 2009. "Los reservas de Marqués de Riscal se elaboran, básicamente, a partir de uvas procedentes de viñas de más de 15 años de la variedad Tempranillo, situadas en los mejores suelos arcillo calcáreos de la Rioja Alavesa. Esta variedad soporta bien la crianza en madera y el envejecimiento en botella gracias a su buen equilibrio ácido y a su fina tanicidad. Las variedades Graciano y Mazuelo, cuyo porcentaje en la mezcla no sobrepasa el 10%, aportan frescura y viveza de color. La fermentación se realiza a una temperatura controlada de 26ºC con un tiempo de maceración que no sobrepasa los 12 días. Los reservas de Riscal permanecen aproximadamente dos años en barrica de roble americano, configurando un vino que se encuadra dentro de los cánones del clasicismo riojano, fresco, fino, elegante y con un gran potencial de envejecimiento. Antes de salir al mercado tiene un periodo mínimo de afinamiento en botella de un año. Vino de color cereza bastante cubierto. Aroma balsámico y especiado de gran complejidad, con notas de frutos negros maduros y ligeramente tostadas. En boca tiene buena estructura, es sabroso, denso y con taninos redondos y elegantes. El final es largo y fresco, con un leve recuerdo de la madera de roble." Poco más que añadir de este vino, salvo que tiene una nota de 91 puntos y un precio que ronda los 13 euros. Lo acompañamos con unos canelones de carne y nueces que resultaron espectaculares.
Y terminamos de nuevo en Málaga, con un vino dulce, el único vino español que ha formado parte del menú de la gala de los premios Nobel, el Victoria nº2, de las bodega malagueña de Jorge Ordoñez, de la que os hablaba cuando os enseñé mi visita a la vendimia de la Axarquía malagueña. Además puede ponerse algún que otro galón más, ya que se sirvió en el 88 cumpleaños de la reina de Inglaterra y ha sido también servido en la Gala Medalla de Oro 2013 del Instituto Español Reina Sofía de Nueva York concedidas a la estadista Hillary Clinton y el actor español Antonio Banderas. Pero el secreto de su éxito está en que procede de una selección de viñedos viejos situados en los puntos más elevados del término municipal de Almáchar. La cosecha, se lleva a cabo de forma manual a mediados de agosto. La fermentación se realiza en su totalidad en depósitos de acero inoxidable y, como es característico de este tipo de vinos, su alcohol procede exclusivamente de la fermentación de la uva; ésta se detiene por disminución de la temperatura una vez alcanzado el grado de alcohol deseado. Se trata de un vino blanco naturalmente dulce, variedad 100% Moscatel de Alejandría, con fermentación en acero inoxidable y alcohol del 10%. Se encuentra en el mercado a un precio de 15 euros aproximadamente la botella de 375 ml. Este vino se merecía maridar con una receta de altura y ésta lo era, un helado de queso de cabra Payoyo acompañado de unas tortas de aceite sevillanas caseras

Y con este vino llegamos al final del post. Espero que os haya resultado interesante. Los vinos además de para tomarlos también son una buena idea para regalar. 
Lidia.

PATÉ DE SALMÓN (RETO EL #ASALTABLOGS)

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 Último domingo del año y volvemos con el reto del asalta blogs, esta vez con su versión del asaltador invisible. Hasta hoy no se desvelan los misterios, y no sabremos quién nos ha asaltado la cocina. Por mi parte he ido a asaltar la cocina de La Dolce Gula, y he estado un poco remolona todo el mes, por lo que hasta última hora no me decanté por una receta concreta. Ha sido fácil elegir después de mucho tiempo, puesto que al final ha caído una receta facilísima y además que viene de lujo para las fiestas navideñas, y si no ahora veréis....se trata de un paté de salmón ahumado. La receta es genial, el paté solo está estupendo y si le ponemos un poco de salmón ahumado por encima y pepinillos queda genial. Lo he presentado también de las misma forma, en círculos de pan de molde tostados y también vasitos pequeños para servirlos individuales.
INGREDIENTES (para unos 350 gr. de paté, yo hice la mitad de la receta, y me salió lo que se ve en la foto, os recomiendo hacer las cantidades que os voy a poner, las que trae la receta original):

  • 200 gr. de salmón ahumado
  • 150 gr. de queso crema
  • Pimienta
  • Un poquito de zumo de limón
  • Para decorar: 
  • Un poquito de salmón ahumado
  • Pepinillos en vinagre
  • Unos grissines para el paté



PREPARACIÓN:
Es un paté que no aguanta igual que los preparados con hígado que llevan cocción y suelen aguantar más e incluso admiten congelación. Éste me parece que pierde con los días. Por lo que, como es tan rápido de preparar, lo ideal es prepararlo unas horas antes de tomarlo, y añadirle el salmón y los pepinillos a última hora.

Trituramos en una batidora (yo lo hice con una de brazo) el queso, el salmón, el chorreoncito de zumo de limón y la pimienta molida. Trituramos todo hasta conseguir una pasta. Hasta ahí la receta, como decía es sumamente sencilla. Ahora vamos a vestirla de fiesta.
Cortamos, con la ayuda de un cortapastas, cículos de pan de molde (podéis darle forma de estrella, cuadrada, de corazón....como más os guste) y tostamos en el tostador. Podemos dejar para que cada comensal se unte su tostada, dejando al lado el salmón y las rebanadas de pepinillos en vinagre. O podemos montarlo directamente nosotros. En caso de servirlo en vasitos los rellenaremos al preparar el paté y decoramos a la hora de servirlos, acompañados de unos grisines.
De cualquier forma la presentación queda muy atractiva, y si no, pues en un cuenquecito, como hacemos con el resto de patés. Ya os he dicho que para mi es imprescindible una tabla de patés caseros en la mesa, es una forma de empezar la cena o comida estupenda. Animaos a prepararlos, éste, en concreto, es más que fácil.
Feliz domingo.
Lidia.

SORBETE DE MANDARINA

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 Yo no se vosotros, pero este año yo estoy controlando bien las comidas navideñas, hasta ahora no ha habido ningún exceso....y espero que no lo haya en estos días que faltan para acabar las fiestas. Pero para los que os estéis pasando os ofrezco un postre sin excesivas calorías para las cenas o comidas que os faltan por hacer. Tenía en la cocina exceso de mandarinas, ya que a las que tenemos en el huerto de mi suegro se sumaron una nueva caja que me enviaron amablemente desde Naranjas King. Y había visto hace tiempo en una revista la receta de este sorbete de mandarina que me sedujo muchísimo, por lo que fue la solución perfecta para ir reduciendo la cantidad de mandarinas. 


INGREDIENTES:

  • 12 mandarinas
  • 2 claras de huevo
  • 1 pizca de sal
  • 1 vaso de agua mineral
  • 100 gr. de azúcar
  • El zumo de medio limón


PREPARACIÓN:
Mezclamos en un cazo el agua con el azúcar  y dejamos cocer a fuego lento durante unos diez minutos, hasta conseguir un almíbar ligero. Dejamos enfriar. Montamos las claras a punto de nieve con una pizca de sal y vamos incorporando poco a poco el almíbar ya frío hasta montar completamente. Reservamos en la nevera. Pelamos las mandarinas y trituramos con la batidora. Pasamos el puré resultante por un colador chino, añadimos el zumo de limón e incorporamos al merengue. Vertemos la mezcla en un recipiente, mejor metálico, y congelamos durante 3 o 4 horas, removiendo cada hora con un tenedor. Si tenéis heladera podéis usarla, lo haremos después de enfriar unas horas la mezcla en la nevera. En una media hora alcanzará la textura de sorbete. Así lo hice yo, aunque no es imprescindible, podéis hacerlo manualmente. Si las mandarinas son de piel gruesa podéis vaciarlas y rellenar con la mezcla de sorbete, sin duda será un presentación aún más festiva.
De nuevo se trata de una receta que no tiene mucha dificultad y que os vendrá muy bien en el congelador, es refrescante, ligera y viene perfecta para comidas copiosas en las que otro postre más calórico sería una auténtica bomba.
Lidia.

RANKING 2014 Y ¡FELIZ AÑO 2015)

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Un año más toca hacer balance de este año que en pocas horas se nos va. Otro año lleno de recetas, las que han pasado por mi cocina durante 365 días. Recetas, sensaciones y momentos que son los que intento transmitir a través de cada plato. Si os ha llegado algo de ésto me considero satisfecha con mi trabajo. Pero no sólo recetas han pasado por aquí, también encuentros con amig@s blogueros, viajes gastronómicos, vino, AOVE... Con todos estos ingredientes se ha "cocinado" un año más este blog. Para este año que entra espero que haya más y mejor y no defraudar a los que me seguís habitualmente. En el terreno personal tampoco ha sido, un nuevo año más, mi mejor año. Sí que ha habido grandes momentos inolvidables, aunque el conjunto del año pasará de nuevo sin pena ni gloria. Esperando que este 2015 sea mejor en muchos terrenos, os dejo con el ranking de las recetas más visitadas de las  publicadas este año
 Pues el gran triunfador del año ha sido este bizcocho de "Motril", que llegó a mi cocina, no sólo porque llevaba en la carpeta de pendientes tiempo, sino porque descubrí que a mi hijo Hugo era el único bizcocho que le gustaba. Es un bizcocho clásico de las pastelerías de la zona, y la receta lo reproduce a la perfección. 
 Pues estas tortas de manteca que surgieron de la necesidad de consumir el excedente de manteca de cerdo de las Navidades pasadas, se han colocado en segundo lugar. Una receta muy sencilla, pero que da lugar a unas tortas de manteca blanditas y muy apetecibles.
 Con enero llegaron los cumpleaños a casa. La tarta para el cumpleaños de mi padre se convierte siempre en un quebradero de cabeza. Es tan difícil satisfacerlo que cada año me pone el listón más alto. Menos mal que con esta tarta de yema tostada y merengue no lo defraudé. Fue la primera vez que conseguí el merengue perfecto, por lo que siempre tendré un grato recuerdo de esta tarta.
 Pues llegamos al primer plato salado de la lista. Estas croquetas de cebolla caramelizada y queso de cabra gustaron mucho, y es que se pueden considerar un bocado gourmet. Sin duda las croquetas forman parte de nuestra vida, y las podemos preparar según nuestros gustos, por lo que son imprescindibles en nuestras mesas. 
 Un momento importante de este año fue la culminación de una receta con la que llevaba tiempo practicando. Estos Ferrero Rocher caseros supusieron un reto para mi, y el resultado me pareció excelente. Un capricho para ocasiones especiales. 
No me sorprende que haya tartas en este ranking porque normalmente las recetas dulces son las que más visitas suelen tener, pero si que me sorprende que haya tres patés entre las  diez recetas más vistas. Ya sabéis que son muchos los patés publicados en el blog, y éste es uno de  esos patés increiblemente buenos, un paté de campagne que no pasó inadvertido en el blog y que ha recibido muchísimas visitas en estas fiestas. 
 Seguimos con las tartas de cumpleaños. Ésta de queso y caramelo fue para celebrar el cumpleaños de mi madre, y pese a no ser las más bonita de las tartas, es una de las tartas más buenas de queso que he publicado...y son unas cuantas las que ya han pasado por el blog.
 De nuevo otro paté, un paté diferente. Si os gustan la morcillas entonces seguro que esté paté de morcilla os va a encantar. Untado en unas tostaditas y acompañado de unos huevos de codorniz es una opción espectacular para tomar junto con unas cervecitas. 
 Sin duda la tarta del verano fue la tarta de mojito. Una delicada tarta de queso coronada con una riquísima gelatina de mojito. Ideal para preparar y llevar a cualquier reunión familiar o de amigos. Os hará quedar como reyes. 
 Otro nuevo paté. Hace más de un año probé en una feria de quesos un paté de queso de cabra y AOVE. Quise reproducir algo parecido con un queso de oveja curado y un buen AOVE, el resultado recuerda muchísimo al queso en aceite pero con una textura ideal para untar en tostadas. 
 Y ésta ensalada ha sido también una sorpresa en el ranking. Una ensalada de arroz, manzana, pollo y bacon, una ensalada que se convierte en plato único y de la que disfrutar de todos sus ingredientes.
Una de las razones por la que he puesto doce recetas en el ranking y no diez era porque esta receta era la número doce y no quería que pasara inadvertida. La triple berry cheesecake fue la tarta con la que celebré mi cumpleaños nada más empezar el año (en quince días de nuevo soplo velas...). Estéticamente resulta preciosa con todos los frutos rojos haciendo de topping a la tarta, pero es que es una tarta de queso ligera, tipo mousse, que resulta deliciosa y nada pesada, tal y como a mi me gustan las tartas. Con ella cerramos el ranking de 2014. 

Imagen extraída de la red
Pues nada, con este ranking y mis mejores deseos para vuestro 2015 me despido hasta el año próximo. 
¡¡¡¡Feliz año 2015!!!!
Lidia.

RILLETES DE PATO

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Comenzamos el año con una receta que descubrí hace poco y de la que quedé totalmente enamorada. A principios de diciembre la gran Begoña celebra su cumpleaños y me puedo considerar privilegiada de poder asistir a su cumpleaños. El llamado cumpleaños de cumpleaños. Begoña apuesta por un repertorio de tartas y demás que quitan el sentido. Aunque también aprovechó para insertar entre tanto dulce unas tablas de patés caseros y quesos. Yo, que no soy muy dulcera, andaba dejando hueco para cuando llegara la tabla de patés. Los demás ya los había probado, y muchos ya están publicados en el blog, pero había uno entre ellos que no conocía, los rilletes de pato, un plato típico de la gastronomía francesa y que es una especie de paté blando y hebroso, que no sólo se prepara con pato, sino que es más conocida su versión de cerdo, y se puede preparar con otras carnes como la oca o conejo, y el propio pato. Para realizarlo usaremos los muslos de pato en confit, acompañados de brandy y algunas especias. Fue uno de los patés que elaboré para Nochevieja y que se une al amplio repertorio de patés del que ya dispongo (y prometo seguir ampliándolo).
INGREDIENTES:
  • 2 muslos de pato confitados (yo los compré en LIDL, en la sección de refrigerados, dentro de los productos DELUXE de la cadena, pesaban 300 gr. cada uno)
  • 100 ml. de vino blanco
  • 50 ml. de Brandy 
  • 2 dientes de ajo
  • Tomillo
  • Sal 
  • Pimienta negra
  • Manteca de cerdo o grasa de oca para cubrirlo y conservarlo el paté
PREPARACIÓN:

Calentamos los dos muslos de pato con toda su grasa en una cazuela de tamaño pequeño, calentamos. Entonces añadimos el vino, el Brandy, los dientes de ajo sin pelar, una cucharadita de tomillo (el mio fresco), sal al gusto y pimienta negra recién molida. Dejamos a fuego bajo durante una hora y media o dos horas (yo lo tuve 1 hora y 40 minutos).



Con esta cocción a baja temperatura debemos de conseguir que la carne se ablande tanto que se despegue totalmente del hueso. Cuando lleguemos a ese punto sacamos los muslos y dejamos enfriar. Reservando lo que nos ha quedado en la cazuela.Una vez fríos, desmenuzamos los muslos hasta quitar sacarle toda la carne. Mezclamos con la grasa que nos ha quedado en la cazuela (quitamos los ajos). Ponemos en cuencos (a mi me salieron dos), y prensamos. Cubrimos con una ligera capa de manteca de cerdo o grasa de oca.
Es una preparación que congela bien, aunque como no sale mucha cantidad podéis tenerla en el frigorífico hasta una semana más o menos. Me parece una forma exquisita de untar una rebanada de pan, y se merecía ser la primera receta de este 2015.
Lidia.

MENÚ ESPECIAL PARA EL DÍA DE REYES

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Pocos días quedan ya para acabar estas Navidades, pero aún queda el asalto final. El día de Reyes es un día especial para celebrar de nuevo en familia. Como de costumbre os traigo unas ideas para que programéis vuestro propio menú. Platos que se pueden preparar con antelación y después servir a la hora de la comida. 

Es una mañana mágica y los niños se levantarán ansiosos por ver que les han traído Sus Majestades los Reyes Magos. Después de abrir sus esperados regalos les vendrá de lujo desayunar con unas estupendas magdalenas caseras, y estas magdalenas de anís seguro que les encantarán. 
Mientras tanto iremos preparando el almuerzo. Y lo mejor para ir abriendo boca es tomar unos de estos huevos rellenos de pisto gratinados. A mi es una elaboración que me encanta y que vale la pena probar.
Para continuar con una receta a la que tengo especial cariño, un carpaccio de gambas al ajillo. Es uno de mis platos favoritos y si sois amantes de las gambas seguro que a vosotros también os resultará especial. 
Para ese carpaccio necesitaremos pan para mojar, y estas francesillas son ideales para ello. 

Una ensalada templada de espinacas, champiñones y bacon nos vendrá genial para continuar nuestro almuerzo y antes del último plato. 

Mi propuesta para ese plato principal son estos canelones de carne y nueces que están realmente espectaculares.


Los más chocolateros triunfarán con el postre, porque estos vasitos de mousse de chocolate negro con crema de vainilla, ganaché de chocolate con leche acompañados de frutos rojos no pueden dejar indiferente a nadie, ni siquiera a mi que no soy muy chocolatera. 

Y para terminar el día y las fiestas un buen trozo de Roscón de Reyes acompañado de un buen café o chocolate será la guinda a estas Navidades a las que habremos puesto fin.
Feliz noche y día de Reyes.
Lidia.

CONCHAS FINAS AL NATURAL

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 Por fin volvemos a la normalidad, las comidas festivas dejan paso a otras más ligeras, menos pesadas, incluso refrescantes, que es lo que necesita nuestro estómago para volver a la normalidad y a la rutina alimentaria. Con ese objetivo llegan las nuevas recetas de la temporada. Hoy me apetecía enseñaros más que una receta, una elaboración, ya en su día os enseñaba las conchas finas al vapor, pero como realmente están exquisitas es al natural. Es así como las ponen en los restaurantes de la costa andaluza, rociadas con limón y pimienta recién molida. Las conchas finas al natural son mi debilidad, y siempre que las encuentro en el mercado las compro. Tenemos que comprarlas vivas, es la única forma de poder cocinarlas al natural, si no están vivas no las compréis. Veréis que se mueven y sacan su lengua roja de vez en cuando. Esa es la única garantía para saber que están vivas. Acompañadas de un vino blanco fresco están de lujo, y cualquier época del año es buena para tomarlas.
 INGREDIENTES:

  • 1 kg. de conchas finas
  • Limón
  • Pimienta recién molida

 PREPARACIÓN:
Como he dicho tendremos que comprarlas vivas, y al llegar a casa las meteremos en agua fría salada, para que suelten la tierra que llevan dentro. Dejaremos una hora más o menos. La mayor dificultad que tiene es abrirlas, por lo que hay que engañarlas para poder hacerlo. Para ello las dejaremos un momento sin agua y es cuando se abrirán un poco para poder respirar, en este momento metemos un cuchillo bien afilado por el centro, una vez dentro abriremos hasta llegar a uno de los extremos, unas vez que hayamos roto la membrana que cierra la concha ya tendremos la concha abierta. Es entonces cuando tendremos que limpiarlas bien, quitando la parte oscura de ellas, que son las tripas, así como la telita marrón que también las cubre por un lado y que amarga. Lavamos bien y nos quedarán la parte blanca y la anaranjada. 
 Servimos sobre su propia concha y depositamos en una bandeja con hielo picado. A la hora de tomarlas rociamos con limón exprimido y la pimienta recién molida.
Estas conchas finas las acompañamos de un chardonnay, el Nuviana, que descubrí a través de Carlos, y que, por fin, conseguí comprarlo on line este verano. Es un vino de Aragón que pertenece a Codorniú, y tiene un precio bastante bueno, pues no llega a los tres euros la botella. Un vino cuya nota de cata es la siguiente: "Color amarillo pajizo con algún reflejo dorado. Buena intensidad en nariz, se aprecian notas que recuerdan a frutas carnosas del tipo melocotón y maracuyá. En boca presenta una entrada agradable, muy equilibrada, resaltando las notas de fruta exótica. De gran cuerpo, presenta una notable persistencia en boca. El postgusto es intenso y fino. Se trata de un vino joven y equilibrado de fácil entrada y sin grandes sofisticaciones, pero manteniendo unas notas de rebeldía como consecuencia de su juventud". 
Pues ya veis, no es necesario gastar mucho para tomar un buen vino. Con lo que respecta  a las conchas finas tampoco son caras en exceso si las compramos en la pescadería, aquí cuestan alrededor de 8 euros el kilo, aunque en un restaurante suelen costar de 2 a 3 eros la unidad. Con esta elaboración y vino os dejo esperando que estéis volviendo a la rutina con toda normalidad.
Feliz miércoles.
Lidia.

ENSALADA TEMPLADA DE ESPINACAS, PERA Y ATÚN A LA PLANCHA

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Terminamos la semana con una ensalada, pero no una ensalada cualquiera. Sino una ensalada que se convierte en plato único por la rotundidad de sus ingredientes. En un "tuneo" a una ensalada de Sergi Arola, que llevaba rúcula y solomillo de atún en conserva. Yo he sustituido la rúcula por las espinacas que están de temporada y el solomillo de atún en conserva por atún fresco cocinado a la plancha. El conjunto se completa con nueces, pera y tomates secos en aceite. ¿No os parece una combinación perfecta?. 

INGREDIENTES (para 2 platos como el de la foto):
  • Unas hojas de espinaca frescas
  • Un puñado de tomates secos en aceite (los míos caseros)
  • 50 gr. de nueces peladas
  • 1 o 2 peras conferencia
  • 250 gr. de atún fresco cortado en taco
  • Sal en escamas
  • Para la vinagreta:
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Vinagre balsámico
  • Sal

PREPARACIÓN:
Lavamos las espinacas bien y cortamos las hojas. Secamos bien y reservamos. En una sartén sin aceite ponemos la pera pelada y cortada en tiras, dejamos unos minutos hasta que cambie de color. Añadimos los tomates secos también cortados en tiras, y un poco del aceite de la conserva. Rehogamos unos minutos más, añadiendo también las nueces.

Ahora cortamos el atún en tacos pequeños y marcamos éstos en una plancha con un poco de aceite, dejando el interior rosado, para que resulte jugoso por dentro. Mientras, preparamos la vinagreta. Para ello emulsionamos un poco de vinagre balsámico en un buen AOVE y añadimos sal. Procedemos a emplatar. Añadimos al plato los hojas de espinacas. Añadimos también la pera, los tomates y las nueces. Colocamos el atún, añadiéndole por encima unas escamas de sal (yo le puse Sal de Ibiza con hibiscus), rociamos todo con la vinagreta  y servimos.

Con esta ensalada tan exquisita os dejo hasta el lunes. Espero que paséis un buen fin de semana.
Lidia.


CREMA DE CALABAZA Y NARANJA CON JENGIBRE

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Empezamos la semana con un plato de cuchara que nos ayude a combatir el frío (aunque por el Sur estamos teniendo muy buenas temperaturas). Aún tenía en casa calabazas del huerto de mi suegro y también naranjas, que este año han sido más tardías y aún estamos disfrutando de ellas. Además esta crema lleva un toque de jengibre, pasta de curry y guindilla. Lo que la hace una crema con mucha personalidad. Va coronada con un poco de nata por encima. Pero si queréis reducir calorías ésta no le aporta mucho a la crema, por lo que podéis prescindir de ella. La receta la vi en un libro de cocina de los que compré sin ninguna pretensión y que luego me sorprendió, su nombre es "Cocina deliciosa para todo el año".

INGREDIENTES (para dos raciones como la de la foto):

  • 350 gr. de calabaza
  • 100 gr. de patatas
  • 100 gr. de zanahorias
  • 1 cebolla
  • 1 diente de ajo
  • 1 trozo de jengibre fresco
  • 1 naranja
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Media cucharadita de pasta de curry (en tiendas con productos extranjeros la encontramos con facilidad)
  • 375 gr. de caldo de verduras
  • Media guindilla
  • 1 cucharada de azúcar
  • Sal
  • Pimienta
  • Nata (opcional)

PREPARACIÓN:
Calentamos unas cucharadas de aceite de oliva en una cazuela a fuego medio. Sofreímos la cebolla cortada, el jengibre también cortado en tiras, el ajo y la pasta de curry sin dejar de remover durante unos tres minutos. Añadimos la calabaza cortada en dados, las patatas también cortadas en dados y la zanahoria en rodajas. Añadimos el zumo de la naranja. Dejamos cocer unos minutos y regamos con el caldo de verduras. Cortamos la guindilla y retiramos las semillas, la cortamos en rodajas finas. Añadimos el azúcar al caldo y dejamos cocer durante una media hora, o hasta que las verduras estén tiernas. Después trituramos la crema, salpimentamos e incorporamos la nata (si le vamos a poner). Servimos. Podemos servir decorada con tiritas de piel de naranja.
Pues con esta crema contundente y muy sabrosa empezamos una nueva semana. 
Feliz lunes.
Lidia.

FRICASÉ DE POLLO

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Hace tiempo quería inaugurar una nueva sección en el blog donde hablar de mis libros de cocina. Hoy es mi cumpleaños y no se me ocurre mejor día para hacerlo. Y voy a empezarlo con un libro que tenía ganas de tener desde hace tiempo, es el libro de Mis Recetas Favoritas de Gordon Ramsay. Me encanta la cocina de Gordon, sobre todo sus recetas de carne, es verdad que no son recetas muy dietéticas, pero su resultado final es fascinante. Hace unos días llegó el libro a casa, como un regalo adelantado de cumpleaños y lo he estrenado con una receta que tenía en pendientes desde hace tiempo, un fricasé de pollo, plato típico de la gastronomía francesa, elaborado en este caso según la receta de un británico. El libro ronda los 28 o 29 euros, pero es una inversión que vale la pena hacer si os gusta la cocina Gordon. Está basado en el programa de Canal cocina Las mejores recetas de Gordon Ramsay y está dividido en capítulos, separando las recetas por la hora del día donde tomarlas, desde el desayuno hasta la cena. Su cocina está inspirada en todos los lugares del mundo donde ha trabajado Gordon, y le da especial importancia a las hierbas frescas para cocinar (para mi imprescidindibles). El libro es de la editorial Grijalbo.


INGREDIENTES (yo hice la mitad de la receta, con la mitad de éstos ingredientes):
  • Un pollo partido en trozos
  • 150 gr. de bacon ahumado en taco
  • 150 gr. de champiñones
  • 4 dientes de ajo
  • 1 hoja de laurel
  • 2 ramitas de romero fresco
  • 2 ramitas de tomillo fresco
  • 75 ml. de coñac
  • 450 ml. de caldo de pollo 
  • Sal
  • Pimienta negra 
  • Aceite de oliva virgen extra


PREPARACIÓN:
En una olla de fondo grueso agregamos unas cucharadas de aceite de oliva y añadimos el pollo salpimentado, doramos por uno de los lados durante unos cinco minutos. Damos la vuelta y añadimos el bacon cortado en taquitos, los ajos pelados y aplastados y los champiñones cortados. Mezclamos todo y añadimos el laurel, tomillo y romero. Incorporamos el cognac y flambeamos con la ayuda de un soplete. Dejamos hasta que el fuego desaparezca. Bajamos el fuego y cocemos a fuego lento unos minutos. Añadimos el caldo de pollo y llevarlo a ebullición a fuego lento durante unos diez minutos, luego tapamos la olla y dejamos una media hora más, hasta que la carne esté totalmente cocinada. Sacamos el pollo, dejamos reducir el caldo en el fuego. Servimos el pollo regado por el caldo que os quede (si queréis que os quede más salsita le añadís un poco más de caldo al principio). 
Tratándose de un plato francés he querido acompañarlo de un vino francés. Es fácil encontrar en las grandes superficies vinos del país vecino. Éste lo compré en Gibraltar, en el Morrison, aunque no he encontrado ninguna página española que lo venda, pero podéis encontrar  similares. Se trata de un vino tinto de la región de Burdeos, compuesto por el 80% de uva Merlot y el 20% de Cavernet Sauvignon. Posee un agradable sabor a ahumado y vainilla. A mi el primer trago me resultó un poco desagradable, acostumbrada a los vino españoles, pero va ganando con los tragos, y es ideal para acompañar con las carnes.
Bueno, pues con el libro, el pollo y el vino os dejo, a ver qué tal se nos da el día.
Feliz miércoles.
Lidia.

CHOCOLATE RASPBERRY MOUSSE CAKE (TARTA MOUSSE DE CHOCOLATE, FRAMBUESAS Y VAINILLA CON BASE DE BROWNIE)

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 Enero es el mes de los cumpleaños en mi casa, de nuevo toca cumplir años y, después de mi hijo Hugo, que cumplió el 3 de enero, me toca el turno a mi. El miércoles fue mi cumpleaños, y los que me seguís por las redes pudístéis ver la tarta elegida para la ocasión. Llevaba más de una semana elegida. Pasó un estricto proceso de selección, ya que la del año pasado puso el nivel muy alto y la de este año no esperaba que fuera menos. Bien, pues si tengo que arrepentirme alguna vez de algo en cuanto a esta tarta es de la decisión que tuve a última hora de no ponerle colorante a una de las capas. Pensé que así era más natural.....pero posteriormente, al ver que no se distinguía mucho la segunda de la tercera capa, me arrepentí muchísimo. Es una lástima porque la tarta hubiese ganada muchos enteros y hubiese quedado mucho más bonita. Ya no puedo hacer nada al respecto, sólo aconsejaros a vosotros que si la hacéis le pongáis unas gotas de colorante rosa a la capa de mousse de frambuesa. Cuando veáis la tarta original en la que me basé seguro que la mía os decepcionará, ya que la original es una pasada, es del blog Sugarhero, y para mi fue amor a primera vista cuando la vi en Pinterest. 


La primera dificultad que te encuentras cuando intentas hacer una receta de un blog extranjero es tener que ir traduciendo no sólo la receta, sino los ingredientes, y lo peor las medidas. Tengo un imán en la nevera con la traducción de las medidas anglosajonas en volumen, peso y temperatura. Así fui traduciendo medidas una a una. Llegué al molde de 9 pulgadas y descubrí que era de 23 cm., aunque luego me encontré con sorpresas que os relato en la elaboración de la receta. 





INGREDIENTES (para un molde de 26 cm o 28 cm):
  • Para el brownie:
  • 93 gr. de harina común
  • 56 gr. de cacao en polvo sin azúcar
  • 1/2 cucharadita de sal
  • 1/2 cucharadita de levadura química
  • 113 gr. de mantequilla sin sal
  • 217 gr. de azúcar
  • 2 huevos XL
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • Para la mousse de chocolate con leche:
  • 255 gr. de chocolate con leche
  • 250 ml. de nata para montar
  • 180 ml. de nata de montar para fundir el chocolate
  • 1 pizca de sal
  • 4 hojas de gelatina (equivalen a unos 6.5 gr)
  • Un poco de agua para disolver la gelatina
  • Para la mousse de frambuesa:
  • 125 gr. de frambuesas para hacer puré
  • 125 gr. de frambuesas para incluirlas dentro de la mousse
  • 255 gr. de chocolate blanco postres
  • 250 ml. de nata para montar
  • 120 ml. de nata para derretir el chocolate
  • Una pizca de sal
  • 4 hojas de gelatina
  • Un poco de agua para disolver la gelatina
  • Colorante rosa en gel
  • Para la mousse de vainilla:
  • 255 gr de chocolate blanco postres
  • 250 ml. de nata para montar
  • 120 ml. de nata para derretir el chocolate
  • Una pizca de sal
  • 4 cucharadas de miel
  • 2 cucharaditas de extracto de vainilla
  • 4 hojas de gelatina
  • Un poco de agua para disolver la gelatina
  • Para el ganache de chocolate:
  • 100 gr. de chocolate postres
  • 100 ml. de nata
  • Para decorar:
  • Frambuesas (yo sólo le puse 125 gr. porque no tenía más, pero cuantas más bonita queda la tarta)
  • Rizos de chocolate 


PREPARACIÓN:
Empezamos con el molde. Mi primera intuición fue buena, puesto que el brownie lo hornee en un molde de 26 cm. Aunque luego pensé que la tarta iba a quedar muy baja y decidí cortar el brownie e ir montando la tarta en uno de 23 cm, que equivale al de nueve pulgadas. Pues así lo hice. Con los recortes del brownie pudimos darle el visto bueno al mismo probándolo. Cuando hice la primer capa de mousse, la de chocolate con leche, me di cuenta de que era mucha cantidad. Por lo que sólo llené un tercio de lo que faltaba por cubrir del molde, y el resto lo pusé en dos copas para que cuajara como una mousse individual. Lo que también nos dio la oportunidad de probar esta capa de mousse, también le dimos el visto bueno. Con la segunda capa y la tercera pasó lo mismo, pues no quise calcular proporciones para que no sobrara de nuevo mousse. Así tuvimos ocasión de probar todas las capas de la tarta antes de cortarla. Por lo que estas cantidades que os he dado no son para un molde de 23 cm, salvo que queráis que os vaya sobrando mousse de cada capa. Yo lo haría en uno de 26 cm., o 28 cm. para que no nos sobrara nada y la tarta fuese más grande. Es laboriosa y si tenéis una reunión grande seguro que acaban con ella, ya que, no se si lo he dicho más arriba, pero la tarta está espectacularmente buena. 
Vamos con la capa de brownie. Precalentamos el horno a 180º. Forramos un molde desmontable de 26 o 28 cm. de diámetro con papel de hornear en la base, y engrasamos los laterales. Mezclamos la harina con el cacao en polvo, la sal y la levadura. Tamizamos todo. Derretimos la mantequilla en un cazo. Añadimos el azúcar antes de que se derrita ésta y mezclamos sin dejar que llegue a hervir. Dejamos que se ponga tibia la mezcla. Y entonces añadimos los huevos, uno a uno, Removemos y, por último, con la ayuda de una espátula añadimos los ingredientes secos. Horneamos durante 22 a 24 minutos. Pinchamos con una brocheta para comprobar que esté hecho. Sacamos y dejamos enfriar totalmente.

Empezamos con las capas de mousse. Primero preparamos la de chocolate con leche. Ponemos a hidratar las hojas de gelatina en agua fría. Ponemos en un bol el chocolate, 180 ml. de nata y una pizca de sal. Calentamos en el microondas a golpes de 15 segundos, removiendo para que no se queme el chocolate. En poco más de un minuto estará listo. Removemos bien para que no queden trozos de chocolate. Dejamos que pierda temperatura la mezcla. En un vaso añadimos un poquito de agua, calentamos un poco el agua en el microondas e introducimos la gelatina hidratada. Añadimos al chocolate. Montamos el resto de nata, es decir 250 ml. con las varillas. Mezclamos, con la ayuda de una espátula y movimientos envolventes con el chocolate. Añadimos esta primera capa encima del brownie que estará totalmente frío. Metemos en el frigorífico y dejamos una hora hasta que veamos que ha cuajado la primera capa. La gelatina de la tarta tiene también mención aparte, ya que la receta original llevaba más cantidad y mi experiencia con este tipo de tarta me hizo rebajar la cantidad con acierto, aunque también con miedo. De hecho en esta primera capa yo sólo le puse tres hojas y quedo muy bien, aunque a las siguientes le puse 4 pensando que entre capa y capa podían no aguantar su peso. Yo os recomiendo que le pongáis 4 hojas por capa. 


Vamos con la segunda capa, la de frambuesa. Hidratamos las hojas de gelatina en agua fría. Trituramos 125 gr. de frambuesas hasta conseguir un puré. Calentamos en un bol el chocolate blanco junto con 120 ml. de nata,  también a golpecitos de microondas. Removemos bien, añadimos el puré de frambuesas y una pizca de sal. Calentamos un poquito de agua y añadimos las hojas de gelatina ya hidratadas, removemos y añadimos al chocolate. Dejamos que se enfríe un poco y montamos el resto de nata, a la nata montada le añadiremos unas gotas de colorante en gel rosa para subir de tono esta capa y que se distinga perfectamente del resto de capas. Una vez montada la nata añadimos las frambuesas enteras al chocolate y la nata, poco a poco, en movimientos envolventes. Cuando hayamos integrado todo añadimos a la tarta esta segunda capa. Dejamos que se cuaje totalmente, mínimo una hora.


La última capa de mousse es la de vainilla. Ponemos a hidratar las cuatro hojas de gelatina en agua fría. Calentamos los 120 ml. de nata junto con el chocolate blanco a golpecitos de microondas, de 15 segundos en 15 segundos ((también se puede hacer al Baño María si os resulta más cómodo). Añadimos la pizca de sal, la miel y mezclamos bien. Añadimos también el extracto de vainilla. Calentamos un poquito de agua y disolvemos las hojas de gelatina ya hidratadas en ella. Añadimos a la mezcla anterior. Dejamos enfriar un poco y montamos el resto de nata, los 250 ml. con ayuda de unas varillas. Una vez montada añadimos poco a poco, integrando con la espátula a través de movimientos envolventes. Añadimos esta tercera capa a la tarta. Metemos en el frigorífico tapada mejor de un día para otro. 
 Para preparar la ganache de chocolate calentamos la nata en el microondas o al Baño María y añadimos el chocolate troceado, removemos hasta dejar la mezcla líquida. Esperamos un par de minutos. Sacamos la tarta y desmoldamos con cuidado, despegando los laterales con la ayuda de un cuchillo mojado. Ponemos en el plato donde vayamos a servir, vertemos despacito la ganache sobre la tarta desde el centro de la tarta, para que poco a poco vaya expandiéndose por el resto de la tarta hasta cubrir la parte superior y que vaya dejando algunos chorritos por los laterales. Es mejor hacer esto poco a poco, sin precipitación, para no estropear el resto del trabajo, por lo que el chocolate necesita estar fluido, pero no líquido completamente, porque se desbordaría. Completamos la decoración con frambuesas y rizos de chocolate, o con la decoración que prefiráis. Metemos en el frigorífico para que se enfríe un poco el ganache. Cuando sirvamos la tarta cortaremos con un cuchillo mojado para que sea el corte más limpio.
Es una receta muy laboriosa, que no complicada. Lleva muchos pasos, por lo que es conveniente, si queréis hacer la tarta, leerla bien varias veces, tener todos los ingredientes y seguir los consejos que os he dado con respecto al molde y colorante para la segunda capa. También tener paciencia en la decoración y no precipitarnos para evitar estropear el resultado final. Lo que si os digo que aunque laboriosa el resultado vale muchísimo la pena. La tarta, como he dicho, está espectacular. La combinación de las tres capas de mousse es realmente apoteósica. ¡Animaos a hacerla para una ocasión especial!.
Feliz fin de semana.
Lidia.

BROCHETAS DE TERNERA CON SALSA DE RÁBANO

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Ni son unas simples brochetas de ternera ni la salsa os debería pasar por alto. A simple vista las recetas de Nigella Lawson parecen muy simplonas, siempre os lo he comentado, pero después, una vez que las cocinas, se convierten en recetas con mucho sabor. Me fijé en esta receta del libro de La Cocina de Nigella Lawson por la salsa. Ahora que estamos en tiempo de dietas ésta salsa me parece mucho más ligera que las que hacemos habitualmente. La base es de yogur y mostaza, y los rábanos le aportan mucho sabor sin muchas calorías. Éstos rábanos son del huerto de mi suegro, recién cogidos media hora antes de preparar la receta, sin duda un privilegio. Aunque  en la receta de Nigella la salsa es de rábanos picantes. los míos no lo son, pero le aportan sabor, y eso es lo importante. Las brochetas tienen también mucho fundamento pues van aderezadas antes de pasarlas por la plancha. El libro no es la primera vez que aparece por aquí, son ya muchas las recetas que he hecho de él. Es de Editorial Planeta y lo podéis adquirir a un precio de 28 euros más o menos. 

INGREDIENTES:

  • Para las brochetas:
  • 500 gr. de filete de cadera o entrecot de ternera
  • 1 y 1/2 cucharada de vinagre de vino tinto o balsámico
  • 2 cucharadas de rábano recién rallado
  • 1 cucharada de romero picado
  • 1 cucharada de tomillo 
  • 60 ml. de aceite de oliva virgen extra
  • 2 cucharadas soperas de salsa Worcestershire (Lea & Perrins)
  • 2 cucharadas soperas de vino Oporto
  • Para la salsa:
  • 200 gr. de yogur natural sin azúcar (o también podéis ponerle crême fraichê)
  • 1 cucharadita de mostaza de Dijon
  • 2 cucharadas de soperas de rábano rallado
  • Cebollino picado
  • Sal Maldon, flor de sal o sal fina

PREPARACIÓN:
Cortamos la ternera en dados y los introducimos en una bolsa de congelar con el vinagre, el rábano recién rallado. Añadimos las hierbas frescas, romero y tomillo (o seco si no tenemos), el aceite de oliva, la salsa Worcestershire y el Oporto. Lo dejamos en el frigorífico toda la noche o, como mínimo, una hora antes. Cuando saquemos del frigorífico dejamos unos minutos a temperatura ambiente antes de ensartar las brochetas. Mientras ponemos en remojo los palillos donde vamos a ensartar la carne.

Para preparar la salsa batimos el yogur o nata fresca, con dos cucharadas de rábano recién rallado, la mostaza de Dijon, la sal y el cebollino, dejando algunos cebollinos para decorar la salsa por encima. Calentamos una salsa o parrilla y ensartamos tres o cuatro trozos de carne en cada palillo. Llevamos al fuego, dándole vuelta pasados unos minutos, dejando que se hagan por todos lados a fuego medio alto para que queden doradas por fuera y menos hechas por fuera (dependerá también del punto de cocción que le queráis dar a la carne). Servimos acompañadas de la salsa de rábano.
Hemos acompañado el plato de Azpilicueta Crianza de 2010. Un vino de uvas Graciano, Mazuelo y Tempranillo. "De color rojo cereza, de buena intensidad, vivaz con destellos dorados. Limpio y brillante. La nariz es perfumada donde destacan las notas de fruta, sobre un fondo de madera tostada y suaves aromas de vainilla, coco y especias". Es un vino criado en barricas de roble francés y americano durante 12 meses y completa su envejecimiento 6 meses, como mínimo, en botella. Es ideal para acompañar, embutidos, arroces, setas, verduras, carnes blancas y rojas. El precio de mercado oscila entre 7 y 8 euros.
Espero que el libro, la receta y el vino os alegre este lunes frío.
Lidia.

MADELEINES

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Mucho tiempo era el que llevaba esperando para preparar esta receta. Y no las he podido hacer hasta que no he encontrado el molde metálico. Si que lo había visto de silicona, aunque no es lo mismo. En mi último viaje a Gibraltar con mis amigas blogueras pude adquirirlo. Y he esperado a que terminaran las fiestas para poder hacerlas. Las madeleines son unos bizcochitos  con forma de concha típicos del noreste de Francia. Y aunque su nombre pueda llevar a la confusión con nuestras típicas magdalenas no tienen mucho que ver. El molde he descubierto que también podéis conseguirlo a través de Internet, por ejemplo en Amazon. La receta que he seguido es la Mary, porque desde que se las vi a ella las tenía en pendientes. Las madeleines salen buenísimas, aunque no se porqué a mi no se me han marcado mucho las líneas del molde. La primera vez que las hice pensé que era porque le había puesto spray desmoldante, pero la segunda vez le puse mantequilla y un poco de harina al molde y me quedaron igual de marcadas. 

INGREDIENTES:
  • 113 gr. de mantequilla
  • 130 gr. harina común
  • 4 huevos pequeños o 3 XL a temperatura ambiente
  • Media cucharadita de levadura química tipo Royal
  • Una pizca de sal
  • 130 gr. de azúcar
  • Ralladura de limón
  • Media cucharadita de esencia de vainilla
PREPARACIÓN:
Ponemos la mantequilla en un cazo al fuego y derretimos. Separamos del fuego y dejamos hasta que se ponga tibia. Mientras tamizamos la harina junto con la levadura y la sal. Y, por otro lado, batimos los huevos con el azúcar durante unos siete minutos hasta que adquieran volumen, lo que hará que nuestras madeleines queden esponjosas. 
Añadimos a los huevos la vainilla y la ralladura de limón. Y la mezcla de la harina y la levadura poco a poco, con la ayuda de una espátula, con movimientos envolventes para no bajar la mezcla. Después añadimos la mantequilla y añadimos de la misma forma. Tapamos la masa y la metemos en la nevera durante una o dos horas.

Pasado el tiempo, metemos el molde en el frigorífico durante 10 minutos y ponemos a precalentar el horno a 190º. Sacamos el molde, untamos las cavidades con mantequilla y espolvoreamos un poco de harina. Con la ayuda de una cuchara sopera rellenamos las cavidades, rellenando dos tercios de la cavidad, más o menos. Horneamos durante 8 o 10 minutos. Sacamos, desmoldamos con cuidado y ponemos sobre una rejilla para que se enfríen y espolvoreamos con azúcar glass después. 
 


Son ideales para tomar con un café o un vasito de leche caliente en estos días de frío. Si sois previsores y empezáis a prepararlas a media mañana para el mediodía estarán recién hechas y para la hora del café estarán ya en la mesa, ideales para compartir y disfrutar.
Feliz miércoles.
Lidia.

SUBASTA SOLIDARIA DEL ÚLTIMO QUESO "PÁRAMO DE GUZMÁN", "EL MEJOR QUESO DEL MUNDO

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La quesería Páramo de Guzmán, que sufrió un devastador incendio que arrasó su quesería artesana y acabó con toda su producción el pasado 30 de abril de 2014, lanzará a subasta, el próximo 29 de enero en la Casa de Arte y Subastas Durán de Madrid, su último queso "superviviente" y donará la totalidad de su recaudación a la ONG EDUCO, para apoyar su programa de becas comedor.  El lote a subastar constará del último queso Páramo de Guzmán de 2,5 Kg. y un ejemplar del reconocido best seller “The Telling Room”, novela escrita por el periodista norteamericano Michael Paterniti, quien a través de este relato, hizo que Páramo de Guzmán se consolidara como “El Mejor Queso del Mundo” en Estados Unidos. El precio de salida del lote es de 60€.


Pero vamos a hacer un poco de historia sobre la quesería: desde 1985 elaboran el reconocido queso Páramo de Guzmán. El proceso comienza con el ordeño de la más antigua y noble de las razas ovinas castellanas, la oveja Churra. Dedican el máximo cuidado a mantener intactas las propiedades de la leche, que debe de ser cruda - temperatura inferior a 37º- y a la que sólo se añaden cuajos naturales. Apostando por la artesanía y tradición siguen utilizando el paño en su fabricación para conseguir el mejor prensado. Los quesos Páramo de Guzmán son ricos en matices y en plenitud de aromas derivados de la gran variedad de flora de la meseta castellana. De atractivo tono marfil, tiene un rotundo y permanente sabor que llena de vida vegetal las papilas gustativas, realzados por una curación mínima de 12 meses Se trata de la primera bodega de la Ribera del Duero con quesería propia.. Todas estas caracterísiticas hacen que se considere al queso Páramo de Guzmán como el "El mejor queso del mundo" entre algunos de los mejores críticos del mundo: los amantes del queso que ya lo han probado.




Y además Páramo de Guzmán se ha convertido en el queso de moda en Estados Unidos con motivo del lanzamiento de la novela best seller The Telling Room de Michael Parterniti, corresponsal de prensa, quien viajó a España en el año 2.000 con su familia para conocer la historia de este queso, que diez años antes le había enamorado. Sin quererlo Parteniti, no solo conoció la historia del queso, también la de una familia y un pueblo, Guzmán. Todo lo que vivió y sintió lo ha narrado en su novela. Como reseña más importante de la novela destaca la realizada por Steven Jenkins, el maestro quesero más importante de Estados Unidos. Jenkins habla en The Wall Street Journal describiendo a Páramo de Guzmán como una historia llena de valores: el sacrificio, el esfuerzo, la superación, el respeto a la familia y a la materia prima. La primera vez que Jenkins cató este queso comprobó la inmensa calidad del mismo gracias a una textura muy fina y unas fragancias, como el describe, a “romero, tomillo silvestre y manzanilla que disparan las papilas gustativas como si se tratase de un chispazo eléctrico”. El queso Páramo de Guzmán es uno de los mejores a nivel internacional, siendo considerado como un verdadero producto gourmet y avalado por los más prestigiosos concursos lácteos nacionales e internacionales. Y aunque ahora mismo no podamos disfrutar de él estaremos esperando con ganas su comercialización de nuevo.


Lidia.

ESPAGUETIS CON RÚCULA Y TOMATES SECOS

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No debemos renunciar a un plato de pasta semanal, pero eso sí, es mejor ir olvidándonos de pesadas salsas para acompañarlas y buscar alternativas más livianas. En este caso la pasta queda jugosa, puesto que se saltea un poco en el aceite de los tomates secos, pero nada pesada, ya que el acompañamiento es más ligero del habitual. Y si aún queréis reducir más podéis cambiar el queso parmesano por uno fresco, también le irá bien. Como siempre digo, la pasta es muy versátil y cualquier ingrediente le va bien, además si son ingredientes coloridos dan lugar a un plato visualmente muy agradable y apetitoso.
INGREDIENTES (para cuatro personas) :

  • 80 gr. de tomates secos 
  • 1 cucharada de vinagre de vino blanco
  • 2 dientes de ajo
  • 3 chalotas
  • 125 gr. de rúcula
  • 400 gr. de espaguetis
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Pimienta negra
  • Queso parmesano

PREPARACIÓN:
En un cazo ponemos un vaso de agua, cuando comience a hervir incorporamos los tomates deshidratados y el vinagre. Dejamos cocer unos cinco minutos. Después escurrimos los tomates en un colador y dejamos enfriar. Una vez fríos cortamos éstos en dados pequeños. Pelamos el ajo y lo cortamos en láminas finas. Cortamos las chalotas en dados. Lavamos la rúcula y reservamos.
Cocemos los espaguetis en abundante agua con sal, y dejamos los minutos que aparezcan en el envase para que estén al dente. A continuación los escurrimos. Mientras calentamos el aceite en una sartén profunda y sofreímos los ajos y las chalotas hasta que estén tiernas. Añadimos los tomates y dejamos unos minutos más Salpimentamos la mezcla. Añadimos los espaguetis a la sartén y mezclamos bien. Rectificamos de sal. Servimos acompañados de la rúcula y del queso parmesano (o Grana Padano en su defecto) en lascas.
Pues ya véis que fácil es hacer un plato de pasta diferente. Están buenísimos estos espaguetis y, lo mejor, es que no tardan nada en prepararse. Y nada de ingredientes raros, si no encontráis las chalotas le ponéis unas cebolletas. ¡A disfrutar de la pasta!.
Feliz fin de semana.
Lidia.

HUEVOS ESCOCESES (RETO ASALTA BLOGS)

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 Pues ya hemos llegado al último domingo del primer mes del año, y de nuevo toca el reto de El Asaltablogs. Como siempre aprovecho este reto para hacer recetas que tengo en pendientes desde hace tiempo. Cuando llega el correo con el nombre del blog  que es el asaltado me voy y empiezo a mirar el índice, la primera receta que encuentro que tengo en pendientes esa es la que finalmente hago. Y eso me pasó cuando fui a ver el blog de Isa, Azúcar Glass. Me tope´con estos huevos escoceses o scotch eggs que llevaba siglos queriendo hacer, desde que se los vi a Lorraine Pascal en un programa de Canal Cocina. Isa los hizo con huevos de codorniz, aunque yo usé huevos de gallina. Hice dos un día, que son los que corresponde a estas primeras fotos. Y congelé los demás ya preparados, sólo a falta de freír. Aunque el resultado, después de su congelación, no fue el esperado. Visualmente pierde mucho (lo veréis en la última foto), puesto que las claras de huevo se agrietan. Por lo que recomiendo hacerlos el mismo día que se preparan, o dejarlos en el frigorífico para el día siguiente, pero sin congelar. 

INGREDIENTES (para cinco como los de la foto):

  • 5 huevos
  • 750 gr. de salchichas frescas (de las de carnicería)
  • Tomillo fresco
  • Romero fresco
  • 1/2 cucharadita de pimentón
  • Pimienta
  • Nuez moscada
  • Sal
  • 1 huevo batido
  • Harina
  • Pan rallado
  • Aceite de oliva virgen extra

PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos es cocer los huevos. Para ello pondremos una olla con agua suficiente para que cubra los cinco huevos. Añadimos sal al agua e introducimos los huevos. Ponemos al fuego y cuando comience a hervir contamos diez minutos. Sacamos y ponemos bajo el grifo de agua fría. Pelamos con delicadeza y reservamos. Mientras se cuecen los huevos podemos ir aliñando la carne de las salchichas, que sacaremos con mucho cuidado. Salpimentamos, añadimos las hierbas frescas, el pimentón y la nuez moscada. Mezclamos bien. 

Pasamos los huevos por un poco de harina. Cogemos un montoncito de carne y la ponemos en la palma de nuestra mano como si de un nido se tratara. Encima ponemos el huevo y cubrimos con otro montoncito de carne, vamos juntando la carne de abajo con la de arriba, hasta cubrir completamente el huevo con la carne. 
Una vez terminados todos pasaremos por harina, después por huevo rallado y, por último por pan rallado. Freímos en una freidora o en una sartén con abundante aceite de oliva virgen extra, hasta que estén completamente dorados. Sacamos y ponemos sobre un plato con papel absorbente para que suelten el exceso de aceite. Servimos acompañados de alguna salsa y de un poco de ensalada.
Como veis en esta última foto, después de la congelación la clara del huevo se agrieta, aunque están igual de buenos, esos sí, pero visualmente pierden mucho.
Con estos huevos escoceses os dejo, esperando que paséis un buen domingo. Mañana volveré con una receta muy dulce.
Lidia.

TARTA ALASKA

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Este fin de semana hemos celebrado el cumpleaños de mi padre. Y,  aunque en la foto parezca una tarta femenina por la decoración que le he puesto, la verdad es  que esta tarta ha sido con la que hemos celebrado su cumpleaños. Y ya van 67. Este año mas o menos no me ha costado mucho elegir su tarta, puesto que él es amante del merengue, como pudisteis comprobar con su tarta de yema tostada y merengue del año pasado, y además toma helado todos los días del año .... mis hijos le regañan y le dicen al abuelo que no coma helado, que hace mucho frío. Pero él insiste en que es su postre favorito, por lo que me acordé de la tarta Alaska que hace años  vi por primera vez en algunos blogs y he hecho mi versión de la misma. Pensé en hacer el helado casero, pero al final, decidí comprarlo y abreviar un poco en la elaboración, hay veces que trabajar más no compensa. Lleva helado de turrón y de nata, en capas, la base es de bizcocho genovés y la cobertura de merengue quemado con soplete. 


He hecho una tarta grande para el cumple y una pequeña para poder enseñaros el corte. La tarta se puede hacer con distintas formas, de hecho la he visto en muchas ocasiones en bloques de helado tipo Comtessa. Pero yo la he hecho en un bol de cristal  (bueno en dos, uno grande  y otro pequeño). El único inconveniente que tiene esta tarta es que hay que ponerle el merengue casi a la hora de servirla, puesto que si no, y en verano más, el helado se derrite. Yo la hice justo antes de comer y la metí en el congelador durante una hora. En ese tiempo el merengue no se estropea y el helado sigue congelado, por lo que no se le causa ningún perjuicio a la tarta ya terminada. Sacaremos diez minutos antes de servir.



INGREDIENTES (Para la tarta grande, para un bol de 20 cm de diámetro en su   parte de arriba.):
  • Para la base del bizcocho genovés:
  • 2 huevos 
  • 60 gr. de azúcar
  • Medios cucharadita de esencia de vainilla
  • 60 gr. de harina de repostería
  • Para el relleno de la tarta:
  • 750 g. de helado de nata
  • 1200 gr. de helado de turrón
  • Para el merengue italiano:
  • 250 gr. de azúcar
  • 125 gr. de clara de huevo
  • 100 gr. de agua
  • Unas gotas de zumo de limón



PREPARACIÓN:
Lo primero que haremos será hacer el bizcocho genovés. Para ello separamos las claras de las yemas. Montamos con una batidora de varillas las yemas con el azúcar hasta que se vuelvan espumosas. Reservamos. Montamos las claras también con la batidora de varillas hasta conseguir el punto de nieve. Tamizamos la harina y añadimos con movimientos envolventes a la mezcla de yemas y azúcar. Por último, también con la ayuda de una espátula, añadimos las claras montadas con movimientos envolventes. Engrasamos un molde de 22 cm. de diámetro y vertemos la mezcla. Horneamos a 180º durante unos 20 minutos o hasta que al pinchar con la brocheta ésta salga limpia. Dejamos enfriar totalmente sobre una rejilla. 

Mientras se enfría el bizcocho vamos preparando la tarta. Cogemos el bol y forramos con papel film, cortado en dos láminas independientes, que cubran totalmente el molde y que sobresalgan por arriba, para desmoldar después con facilidad. El helado tiene que estar cremoso, por lo que sacaremos unos minutos antes del frigorífico, primero el de turrón y batimos la mitad de la cantidad que os he puesto en los ingredientes. Batiremos con la pala plana de la amasadora, si la tenemos o con un cuchara. Vertemos esta primera capa dentro del molde y extendemos con una espátula pequeña hasta dejar liso. Metemos en el congelador y esperamos hasta endurezca de nuevo y podamos añadir la segunda capa. 

Sacamos el helado de nata y removemos hasta que esté cremoso. Sacamos el molde del congelador y vertemos la capa de nata sobre la primera capa de helado de turrón que ya estará dura. Volvemos a meter en el congelador para que esta segunda capa se ponga dura. Una vez que esté dura esta segunda capa sacamos el helado de turrón que nos falta, lo batimos para ponerlo cremoso y añadimos esta ultima capa sobre la de nata que ya estará dura.
El bizcocho ya estará frío. Si viene grande cortaremos hasta adaptar al molde, y metemos dentro del bol, encima de la última capa de helado. Tapamos con el mismo papel film sobresalga del bol e introducimos en el congelador hasta que vayamos a servirla. Yo la hice con dos días de antelación. En el congelador no le pasa nada, por eso podéis adelantar el trabajo y hacerlo unos días antes.
El día que la vayamos a tomar es cuando hacemos el merengue. He seguido la misma receta que os puse el año pasado en la tarta de yema tostada y merengue de la que os he dejado el enlace arriba. Es una receta infalible, necesitamos un termómetro para controlar la temperatura del almíbar y una amasadora con varias velocidades.  Se trata del merengue italiano, si no tenéis termómetro tendréis que conseguir el punto de bola del almíbar, que podréis comprobar metiendo los dedos en agua y cogiendo con poco con los dedos y viendo que se hace una bola blanda. Otra de las claves para conseguir este merengue es las velocidades de la batidora. Si no tiene tantas velocidades vuestra amasadora tendréis que ir adaptando. Os lo pongo con las velocidades de la Kitchen Aid.  Ponemos el agua y el azúcar el cazo al fuego, mezclamos y llevamos a ebullición.  Ponemos las claras en el bol de la amasadora con el globo de batir, cuando la temperatura del almíbar llegue a 110º, ponemos en marcha la batidora con velocidad 8. Cuando la temperatura llegue a 119º, apartamos del fuego y vertemos en un chorrito fino sobre las claras con la máquina en velocidad 6. Cuando hayamos vertido todo el almíbar seguimos batiendo a velocidad 4 hasta que el bol esté completamente frío. Cuando ya casi esté, añadimos un poco de zumo de limón que hará que el merengue esté más blanco y brillante. Una vez frío podemos seguir batiendo a velocidad 2 hasta hasta que lo vayamos a utilizar para que no endurezca la cobertura. Una vez listo el merengue, desmoldamos la tarta, la ponemos en un plato de servir, y con la ayuda de una espátula vamos cubriendo totalmente tarta con el merengue, dejando picos para hacerla mas bonita. Una vez cubierta quemamos un poco el merengue con la ayuda del soplete, para darle un efecto más bonito. Servimos.
Espero que os haya gustado la tarta. A nosotros nos ha gustado muchísimo, tanto en su estética como en sabor. Ni que decir tiene que podéis ponerle los sabores de los helados que más os gusten. Yo no le he puesto ninguna capa de chocolate porque a mi padre no le gusta, pero me hubiese encantado hacerla de vainilla, chocolate y nata. 
Feliz Lunes.
Lidia.

CARPACCIO DE TOMATE

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Después de publicar el lunes la tarta Alaska, que algunos me habéis dicho que tenía mucha complicación, hoy os traigo una receta super sencilla y con un único protagonista, estos tomates Raf de verdad, unos tomates procedentes de la empresa Doña Carmen y que también podéis conseguir on line. Hacía tiempo que no tomaba tomates tan buenos, y los pude conseguir gracias a una gran amiga. Aunque estemos tan cerca de Almería, a los mercados de la costa de Granada no llegan estos tomates, así que ha sido un lujo poder comerlos. Y con ellos os traigo esta sencilla receta de carpaccio de tomate, que espero que os guste.
INGREDIENTES:

  • 2 o 3 Raf o de buena calidad
  • Un buen AOVE (aceite de oliva virgen extra)
  • Queso parmesano o Grana Padano
  • Orégano fresco o seco
  • Sal
  • Pimienta recién molida
  • Vinagre (el mío de manzana con zumo de arándanos, lo compré en IKEA, aunque podéis ponerle el vinagre que más os guste)

PREPARACIÓN:
El tomate debe cortarse lo más fino posible, por lo que es conveniente usar una mandolina. Yo corté algunas rodajas con la mandolina, pero otras me fue imposible cortarlas con ella, por lo que tuve que cortarlas a cuchillo. Lo importante es que la corteza del tomate esté dura para así cortar con más facilidad con la mandolina, pero si no, pues con cuchillo. 
Disponemos las rodajas de tomate sobre un plato. Salpimentamos, le añadimos el orégano por encima. Cortamos unas lascas de queso parmesano, y también añadimos.
Preparamos una vinagreta con el aceite y el vinagre (no pongáis exceso de vinagre, no interesa quitarle sabor al protagonista del plato que es el tomate), rociamos con ella y enfriamos unos diez minutos en el frigorífico antes de servir.


Es sumamente sencilla la receta, sin ninguna dificultad, sólo intentad cortar el tomate lo más fino posible. Y disfrutar de un tomate que sabe a tomate.
Feliz miércoles.

PINCHOS DE LANGOSTINOS Y KUMQUATS

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Mi suegro tiene un arbolito de kumquats y estos últimos años está más de adorno que otra cosa. Al principio hacía mermeladas, licores, los añadía a algunas comidas....pero en los últimos tiempos o los regalamos o las naranjitas se caen del árbol sin que nadie las aproveche. Este año hemos regalado algunas, pero siguen saliendo y da una pena verlo tan vistoso y tan poco aprovechado que este año me he propuesto hacer recetas con ellos. Buscando inspiración en Pinterest encontré ésta receta que resultó pertenecer a un libro de cocina de una chef marroquí que tiene un restaurante en San Francisco con una estrella michelín, Mourad Lahlou. Un chico nacido en Marrakech que emigró a Estados Unidos a estudiar economía y ha acabado siendo propietario de un restaurante con estrella. Al margen de la historia personal de su autor, la receta es espectacular, basada en los sabores de su tierra. Nos encontramos con unos pichos de langostinos marinados en aceite, ajo, curcuma, perejil, comino, jengibre y cilantro (además llevaba estragón, que yo no lo puse). A la hora de ensartar el pincho cada langostino abriga a un kumquat, por lo que la explosión de sabores en cada bocado es sublime.

INGREDIENTES (para seis brochetas o pinchos):
  • 18 naranjitas chinas o kumquats
  • 18 langostinos
  • Para la marinada:
  • 1 ajo picado
  • Media cucharada de curcuma molida
  • 1 cucharada de perejil picado
  • Media cucharada de comino molido
  • 1 cucharadita de jengibre molido
  • Media cucharada de cilantro picado
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Sal
  • Pimienta

PREPARACIÓN:
Pelamos los langostinos, dejando la cola. Ponemos en un bol los langostinos, salpimentamos. Vamos añadiendo los ingredientes de la marinada, cubriendo con el aceite de oliva. Metemos en el frigorífico durante un mínimo de dos horas, o mejor toda la noche.
 Remojamos las brochetas que vayamos a usar en agua fría durante media hora. Vamos precalentando una plancha y ensartando los pinchos, para ello retiramos los langostinos de la marinada, y rodeamos un kumquats con un langostino, pinchamos en la brocheta, así hasta tres por brocheta. Vamos pasando por la plancha y cocinando, vuelta y vuelta, hasta que estén hechos y un poco dorados. Retiramos y servimos...podemos acompañarlos de arroz o cous cous.



A mi, personalmente, amante de estos sabores, me han resultado unos pinchos espectaculares....riquísimos. Espero que los pongáis en práctica porque realmente vale la pena probar tan suculenta receta.


Feliz fin de semana.

MUG CAKE DE CHOCOLATE

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Los Mug Cake han entrado fuerte en nuestro país. En poco más de unos meses se han convertido en una moda y ya es fácil hasta encontrar preparados en los supermercados. Y entiendo su fama, ya que son unos pastelitos "mágicos" que entre la preparación y el horneado (en microondas) no tardan más de cinco minutos en hacerse. Otra de las ventajas que tiene es que son individuales, lo que implica que se haga casi sin pensarlo, al contrario, que otros bizcochos que nos da pereza preparar por su tamaño y por el temor a que nos dure varios días en la despensa. Los mug cakes no tienen esos inconvenientes. Si no tienes con qué acompañar un café, casi en el mismo tiempo en que nos preparamos el café, nos preparamos su acompañamiento. Y podemos usar todos los sabores que nos guste, incluso también salados. Todo lo que necesitamos saber sobre los mug cakes lo tenemos en el nuevo libro de Victoria Ballesta: Los mug cake de Victoria´s Cake. Para quién no conozca a Victoria, es una chica encantadora (tengo el gusto de conocerla personalmente,  os lo puedo asegurar), que trabajaba de ejecutiva en una multinacional cuando decidió abandonarlo todo para dedicarse a su gran pasión: la repostería. Ya son dos tiendas de repostería, una cafetería obrador y una tienda online lo que ha conseguido....y sigue en expansión esta granadina afincada en Barcelona. Su nuevo proyecto ha sido este precioso libro que nos introduce en el alucinante mundo del Mug Cakes. Vamos con la receta y ya me diréis que tenía razón Victoria cuando decía que estos pastelitos eran mágicos....para estrenarme he decidido preparar el mug cake de chocolate del libro, aunque lo he decorado con un poco de nata montada por encima, y me faltó ponerle unas fresas que hubiesen alegrado también el conjunto...el resultado un bizcocho fantástico y jugoso preparado en cinco minutos.


INGREDIENTES (para una taza de 250 ml):
  • 1  y 3/4 cucharadas de mantequilla
  • 1 huevo L
  • 3 cucharadas de azúcar blanco
  • 1 cucharadita de nata líquida 35% M.G.
  • 2 cucharadas de cacao puro (tipo Valor)
  • 3 cucharadas de harina de trigo
  • 1/2 cucharadita de levadura
  • 1 cucharadita de extracto de vainilla
  • Para la nata montada:
  • 50 ml. de nata para montar
  • 1 cucharada de azúcar glass



PREPARACIÓN:
Derretimos la mantequilla en la taza que vayamos a usar en el microondas y añadimos el azúcar. Batimos con un tenedor para mezclar bien antes de incorporar el huevo entero. Batimos también el huevo, y, poco a poco, la cucharadita de nata. Alternamos una cucharada de harina con una de cacao hasta incorporar la totalidad de ambos ingredientes. Agregamos la levadura y, por último, la vainilla. Batimos todo nuevamente con el tenedor y lo metemos en el microondas, donde lo calentamos un  minuto y medio; luego sacamos y dejamos templar a temperatura ambiente.

Mientras se enfría montaremos la nata con unas varillas eléctricas. Metemos en una manga pastelera y decoramos el mug cake. Si os apetece podéis añadirle buttercream u otro tipo de topping, y la decoración que más os guste. O simplemente nada, el bizcocho y ya está. Si es así no hará falta ni que esperéis a que se enfríe, los mug cakes se toman tibios, recién hechos.
Éste es sólo una de las recetas, si queréis probar más sólo tendréis que ir y comprar el libro, es una buena inversión....seguro que vuestros invitados para el café os lo agradecerán.
Feliz lunes.
Lidia.
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